Las paredes enterradas son de primordial importancia en un edificio.
Se está en contacto directo con el suelo, cualquier pared enterrada deberá ser aislada térmicamente, independientemente de si el espacio interior es cálido o frío (utilizable o no).
Además de asegurar el correcto aislamiento térmico del edificio, también actúa como protección para la impermeabilización contra daños mecánicos. Por último, pero no menos importante, es fundamental garantizar que el aislamiento térmico envuelva el edificio de manera continua y sin interrupciones, para evitar pérdidas energéticas..